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Mentalidad financiera: ¿Qué pasa con las creencias que tengo sobre el dinero?

por Angela Garcia Castrillon

Una de las razones que me llevó a compartir información sobre el mundo de las finanzas, no fue el tema financiero en sí, que al final si nos empeñamos podemos encontrar y aprender en Internet, uniendo piezas de rompecabezas; si no el otro lado del dinero, del que no hablan los financieros.

Y cuál es el otro lado del dinero?

El dinero como creencias, como hábitos, como energía. 

Y no es yuyu magic ni nada por el estilo, no es vodoo, ni invocar espíritus, también tiene su lógica.  

Desde pequeños aprendimos una forma de interactuar con el dinero; generalmente la que vimos de nuestros padres, abuelos, figuras de autoridad o referencia. 

Esta forma de interactuar con el dinero no nos la enseñaron solo con palabras, tiene que ver con lo que vimos que nuestras figuras de autoridad hacían con el dinero y como nos sentíamos nosotros con ello. Como adultos podemos estar repitiendo los mismos comportamientos o estar en el otro extremo. Ningún extremo es sano.  Sería sano ahorrar todo y no disfrutar la vida, sabiendo que se puede ir en cualquier momento? Sería sano gastarlo todo sabiendo que puede haber un mañana y que podemos entrar en un ciclo de necesidad?

En nuestra niñez seguramente vimos más de un estilo con el dinero. Digamos que de pequeños, por ejemplo, uno de nuestros padres derrochaba el dinero, hacía gastos de impulso antes que pagar las cuentas básicas; esto generó en nosotros un sentimiento, y ahora de adultos, actuamos con el dinero conforme ese y otros sentimientos.  

¿Qué pasa si vimos un padre o una madre que prefería comprar artículos de lujo? Será diferente nuestra forma de verlo si lo hacía con el dinero que tenía o con el que le faltaba.   

¿Cómo percibimos ahora el dinero si otra de nuestras figuras de autoridad ahorraba todo, no se permitía un gusto o dejaba de hacer cosas por miedo a la escasez? 

En mi experiencia financiera, con empresas y con clientes en el 1 a 1, me he dado cuenta que este lado del dinero influye mucho más de lo que nos imaginamos en los resultados de lo que hacemos como estrategia para ganar mas, gastar mas, invertir más o ahorrar más.   Suelo decir: “te puedes parar en las pestañas pero si no cambias esta “x” forma de ver (por ejemplo) el riesgo, no lograrás invertir”.  Esto, por dar un ejemplo.  

Los resultados están dados por los hábitos y los hábitos están dados por nuestras creencias.   Si somos aversos al riesgo, por X o Y cosa que vimos en nuestro hogar de pequeños, podrán darnos millones para invertir, que no lo haremos.  

Este tema es mucho más extenso que los temas puntuales de finanzas, pues hay tantos hábitos y comportamientos con el dinero como seres humanos sobre la tierra.   Y aquí, como en todo, nada está bien ni mal.   Se trata de detectar sí lo que creemos de fondo sobre el dinero, los bancos, el sistema financiero, los impuestos, etc; nos ayuda o no para el propósito que tengamos.  

Dentro del trabajo que hacemos en “Sanar el dinero en tu vida” se encuentran ambos enfoques, el componente real, el de hacer, presupuestar, ahorrar e invertir, pero también el de ser conscientes de nuestras creencias y trabajar los bloqueos que nos impiden ir más allá, a donde queremos llegar.

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