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El mundo financiero es muy amplio, y dentro de este el mundo de las inversiones empieza con esta clasificación: Renta Fija o Renta Variable
Como Renta Fija, clasifican aquellas inversiones de las cuales podemos saber su rendimiento esperado en el plazo elegido, desde el mismo momento que se contrata el producto.
Esto no quiere decir que estas inversiones no tengan riesgo, pues dentro de ellas queda el riesgo país y el riesgo institucional (que el país quiebre y no se puedan realizar los pagos o que la institución quiebre y no realice los pagos) sin embargo la posibilidad de que estos riesgos se materialicen es baja. Cuantas veces en tu vida has escuchado que un país quiebra o entra en default? Y que un banco lo haga? Bueno, esa es la posibilidad. Existe pero no es frecuente. Ejemplos de inversiones de Renta Fija: Bonos del tesoro (TES), Bonos de los estados, Cuentas High Yield, Depósitos a término fijo (CETEs, CDTs), entre las más frecuentes.
Inversiones de renta variable son aquellas que cuando las compramos o contratamos, no sabemos ni podemos predecir su rentabilidad positiva o negativa en el momento de liquidarla, el horizonte de tiempo no es fijo, se pueden liquidar casi en cualquier momento (dependerá de la liquidez del instrumento). Ejemplos de inversiones de Renta Variable: Acciones, Venture Capital, Divisas, Criptomonedas, entre otras.
La elección de unas u otras depende del perfil de riesgo del inversionista, es clave entender el portafolio completo y diversificar entre ellas.
