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Hablando de emprendimiento, nada más necesario que aprender a diferenciar lo delegable de lo no delegable; porque el día tiene las horas que tiene. Delegar nos permite poner foco y tiempo en lo que podemos hacer mejor y en lo que nadie hará por nosotros, no se puede delegar la misión ni la visión de nuestro emprendimiento, ni la estrategia (en un comienzo).
Analizando estados financieros de empresas con sus socios (PyGs o PLs sobretodo), me encuentro con que uno de los socios sigue realizando una labor operativa perfectamente delegable y con pendientes en la parte estratégica, de rentabilidad, de revisión del producto/servicio “por falta de tiempo”. Entonces, ¿Sí es falta de tiempo o es que nos acostumbramos a una tarea operativa y somos nosotros los que no queremos soltarla? ¿Dónde creamos más valor? ¿Quién revisará por nosotros si lo que ofrecemos está alineado con la misión y visión del negocio? ¿Quién revisará si somos rentables? ¿Quién analizará las nuevas adquisiciones?
Para empezar a delegar tenemos que ser conscientes que por más que queramos no vamos a poder hacerlo todo, o no al tiempo. Y aún pudiendo hacerlo, debemos contestar esta pregunta: ¿Vale la pena? No siempre delegamos a empleados, una subcontratación también es delegar, al contratar un servicio en vez de tomarnos el tiempo de aprender un arte desde cero o hacer una tarea que un profesional en la materia hace en la mitad del tiempo y con mayor calidad, podemos estar disminuyendo el tiempo que un producto o servicio se comercialice y puede ser la mejor decisión aunque implique un costo inicial.
Pocas personas conozco que tengan masterizado el arte de delegar y ninguna que haya llegado a la vida con este don. Para la mayoría de las personas delegar es un reto y un proceso y esto es porque detrás de esta acción hay otra más grande y difícil, confiar.
Delegar también requiere la humildad de saber que hay mil formas de hacer las cosas y que la nuestra no es la mejor, que podemos encontrarnos frente a nosotros con alguien que se le ocurra una mejor forma de hacer lo mismo; y si no se ha hecho el trabajo interno, para algunos esto es un golpe al ego (no entiendo porqué, pero así es).
Lo importante en términos de rentabilidad, como socios o dueños de negocios, es hacer el listado real y juicioso de las tareas que estamos realizando y respondernos si estamos realmente delegando lo delegable. Éste es un ejercicio práctico que los invito a hacer y así poner foco y tiempo donde realmente creamos más valor. Verás los ahorros y verás el crecimiento. Thank me later.